Pues bueno,
¡un año más que llega a su fin! y, como siempre, aquí está mi balance. He de confesar que 2013, a pesar de algunos baches
que supongo que son normales, ha sido mejor de lo que esperaba.
Este año
que termina empezó de la mejor manera posible: 9 de Febrero, Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, final de la gira
acústica de David Bisbal. Como siempre, fue una experiencia increíble ver a
David subido en un escenario siendo feliz y haciendo que miles de personas lo
fueran con él. Y, se que me repito, pero es impresionante eso de que todos los nervios
se esfumen cuando lo ves salir al escenario, mientras las lágrimas inundan tus
ojos. Por supuesto, no puedo olvidarme de que ese fue el día en que por fin
pude abrazar a mis niñas, a las que quiero muchísimo; y tampoco puedo olvidarme de que, sin ellas, mis niñas de Puertollano, nada hubiera sido posible.
Otra de las
cosas que tengo que destacar este año, sin duda, es el concierto de Melocos, el
5 de Abril y, en especial, a su cantante, Jaime Terrón, que se ha portado muy
bien conmigo. Aún me cuesta asimilar que se acordaba de mí y que me reconoció nada más salir al escenario.
Por último, otro de los momentos geniales de este año fue el
concierto de Melendi. La verdad es que las horas de espera en la fila y el calor que pasamos merecieron la pena, porque fue impresionante.
Pero, sin
duda, la palabra que utilizaría para definir mi 2013 sería “CAMBIOS”. El día 29
de Mayo, después de 6 años juntos, mis compañeros y yo nos graduamos en el Fray
Andrés (Sí...¡¡¡Me he graduado!!!). Entre la mezcla de sentimientos encontrados que teníamos (o al menos
yo), supimos disfrutar del momento juntos, y fue algo que nunca voy a olvidar. Después
de eso, llegó el verdadero cambio. La cruda realidad era que nos separábamos,
que no íbamos a volver a estar juntos cada día. Pero, a pesar de ser dura, esta
situación me ha ayudado a darme cuenta, una vez más, de que cuando los amigos
son de verdad, la distancia que te separe de ellos no importa, porque sabes
que, cuando vuelvas a verlos, todo seguirá siendo como siempre.

Dentro de
este último año en el instituto, no puedo olvidarme de todos esos profesores
que ya forman parte de mi vida, que me han ayudado siempre y han confiado en mí.
Además, he de destacar nuestro teatro, “Le Petit Chaperon Rouge”, que me ha
servido para muchas cosas; primero, para darme cuenta de que puedo vencer mi
miedo a hacer las cosas mal; y, segundo, para coger muchísimo más cariño a
todas las personas que lo hicieron posible. Además, con él pudimos interactuar
con los niños, y eso para mí es vital. Tampoco puedo olvidar el viaje a Milán,
en el que conocí gente nueva y cogí aún más cariño a los que ya conocía.
Otro cambio
grande ha sido mi entrada en la Universidad, algo que también me ha provocado
diferentes sentimientos. Al comienzo, solamente podía pensar: “madre mía, estoy
en la Universidad, ¡esto me viene muy grande!”. Sin embargo, a medida que ha
ido pasando el tiempo, me he ido dando cuenta: estoy estudiando lo que me
encanta, lo que siempre había querido. Además, he conocido a gente increíble, mis
“futuros maestros”, compañeros de clase que se han convertido en amigos, y con
los que estoy pasando, y me quedan por pasar, momentos increíbles.
Las Chicas
Martínez también han sido muy importantes este año. A pesar de lo mal que ha
acabado todo, él nos unió en su día. Hemos conseguido muchas cosas juntas, y
eso es mucho más fuerte que cualquier “pelea” que podamos tener. Dentro de este
grupo, es cierto que ha habido dos personas que han sido, para mí, un poco más
importantes: Sara, Nati… mi Amoga y mi Acuática…gracias por todo, os quiero,
mucho.
Hablando de
ellas, no puedo dejar pasar la oportunidad de hablar también de él: Dani Martínez.
Este año no he podido verle, pero a pesar de todo, no he dejado de apoyarle. Aunque
ha tenido algún bache, ahora mismo, mi ídolo está triunfando: forma parte de
una de las mejores series de nuestro país y ha pasado gran parte del año
demostrando que “no es bueno”. La verdad es que es una de las mejores cosas que
me han pasado en la vida, ya que, aunque ni siquiera sabe que existo, siempre
consigue hacerme feliz, y cada día demuestra lo enorme que es.

No puedo
dejar de repasar este año sin repetir lo que ya he dicho muchas veces, y es que
quiero mucho, muchísimo a mis amigos, no se qué haría sin ellos. En especial,
quisiera hablar de uno de ellos: mi “hermanito”. La verdad es que este ha sido
un año un poco raro entre nosotros, pero él me ha demostrado, aunque a veces me
cueste verlo, que no importa nada, ni la distancia, ni lo que ocurra, porque
siempre va a estar ahí, pase lo que pase. Supongo que es por eso por lo que, más
que nunca, este año quiero darle las gracias, porque me ha ayudado en todo, y
ha confiado mucho en mí.
A todos los
que me habéis acompañado este año: amigos, papá, mamá, Nuria (te quiero con
locura, pequeñaja), mis profesores del instituto (va a ser muy difícil que os
olvide), mis Chicas Martínez, mi prima Alba (te adoro cosota mía), Estrella, JC,
Carlitos (por fin lo habéis conseguido, ¡ya lo tenemos aquí!, sin duda, una de
las mejores cosas del año), Mamen, Cristina (niñas, gracias por todo una vez más), Manu Castellano, mis Manuistas (me encanta que todo vuelva a ser como antes...os quiero muchísimo)...
A todos vosotros… GRACIAS.
Precioso. Eres increíble.
ResponderEliminar