sábado, 13 de octubre de 2012

Respeto. ¿De verdad es tan complicado?

     Vivimos en un mundo en el que nuestra felicidad, y aquello que nos beneficia a cada uno de nosotros está por encima de todo lo demás. Es cierto que debemos buscar nuestra felicidad antes que preocuparnos en el resto de las cosas, pero, ¿por qué no hacerlo de manera respetuosa y no haciendo daño al resto?
     A lo largo de nuestra existencia, nuestras vidas se cruzan con otras muchas, algunas de ellas nos marcarán para bien, y otras lo harán para mal. La mayoría de estas vidas dejará marcadas huellas insignificantes en la nuestra; sin embargo, habrá otras que se conviertan en esenciales para nosotros. Esas vidas darán un gran giro a las nuestras, haciéndonos felices, y haciendo también que nos demos cuenta de las personas tan grandes que existen a nuestro alrededor. 
     Ésto puede parecer algo insignificante, ya que muchos pensarán, como he comentado al comienzo, que solamente deben preocuparse por ellos mismos. He aquí el grave problema que encuentro cuando observo lo que me rodea: Existen personas que tienen como costumbre criticar e insultar a los demás, por el mero hecho de pensar o actuar de manera diferente a ellos. Esta situación puede llevarnos a preguntarnos algo: ¿Tan difícil es respetar a los demás? Sí, sí, "RESPETAR", esa palabra que algunas personas han optado por eliminar de su vocabulario. Todos tenemos una manera diferente de pensar, de actuar, tenemos nuestros gustos, nuestras aficiones, todas esas cosas que nos caracterizan; sin embargo, estos no son motivos que nos den el derecho de criticar a los demás, al contrario, debemo respetar la forma de vivir del resto, aunque no la compratamos, porque si todos fuéramos diferentes, todo sería muy aburrido, ¿no creéis?
¿Qué más da la forma de pensar de una persona? ¿Qué mas da su color de piel? ¿Qué importa su orientación sexual? ¿Qué mas dan sus gustos? ¿De verdad importa todo eso para querer a una persona?
     Últimamente, me estoy dando cuenta de que eso no es así. No es para nada relevante el hecho de que una persona no comparta tus gustos, no piense como tú, incluso que no tenga tus mismos ídolos; es cierto que estas cosas ayudan, pero si a esa persona le importas de verdad, te escuchará y respetará tus opiniones por encima de todo. Entonces, ¿por qué no hacerlo siempre así? ¿Por qué no aprender un poco de los demás, fijándonos en aquello que nos diferencia de ellos?