sábado, 23 de febrero de 2013

Chicas Martínez ∞

     17 de Agosto, 2012. Un grupo de chicas que hasta ese momento no se conocían de nada, se unían para preparar un regalo de cumpleaños para su ídolo, la persona que había hecho que sus vidas se cruzaran: Dani Martínez. Yo me encontraba entre ellas, y, lo que no sabía, es que embarcarme en esta aventura iba a significar tantísimo para mí.
     Los preparativos estuvieron llenos de dudas, por pensar qué ibamos a regalarle, y si de verdad le iba a gustar. Sin embargo, la ilusión estaba por encima de todo eso. Ilusión por algo que esperábamos que saliera bien, ilusión por dibujar una sonrisa en la cara de esa persona que nos había arrancado millones de ellas diariamente. 
     Por fin estaba todo preparado, era 25 de Diciembre, su cumpleaños, y el regalo estaba enviado. Ya solamente quedaba esperar. Esperar a que lo tuviera entre sus manos. Los nervios nos invadían, hablábamos cada día, esperando una respuesta, algo de su parte, simplemente una palabra que nos hiciera ver que habíamos acertado, que el regalo estaba en sus manos y le había hecho sonreír. 
     Pasaban los días, y la esperanza se acababa poco a poco, pero jamás nos dimos por vencidas. Hacíamos oídos sordos hacia las críticas que recibíamos diariamente, conocíamos demasiado bien a nuestro ídolo, y sabíamos que no nos iba a decepcionar, que tarde o temprano íbamos a recibir una respuesta. 
     Y así fue. El día de Reyes, el 6 de Enero de 2013, recibimos el mejor regalo que podíamos tener. Dani por fin tenía en sus manos eso que tanto tiempo habíamos estado preparando: ese balón, esa camisa y esa camiseta, ese mural, ese viaje y esa carta; todas esas cosas que estaban impregnadas de toda la ilusión y las ganas que habíamos puesto para que aquello saliera bien. Y sabíamos que lo tenía porque había hecho una foto al balón y la había subido a twitter bajo el título de "Gracias a todos estos twitteros por regalarme un balonacoooo!". Sí, "todos estos twitteros" éramos nosotras, y no eramos capaces de creer que todo eso estuviera pasando. Pero sí, estaba ocurriendo, y ahí fue cuando nos dimos cuenta de que todo lo que habíamos hecho había merecido la pena.

     Ahora, después de todo aquello, lo veo claro: una de las mejores cosas que he hecho ha sido entrar en este grupo, participar en todo esto. Y es que él, Dani Martínez, me ha unido a ellas, las Chicas Martínez. La mayoría de ellas están a mucha distancia de mí; pero, como he dicho más de una vez: la distancia son simples números, y esos números no impiden que las personas se quieran. Así que yo las quiero, las quiero mucho porque me entienden, porque sé que siempre puedo contarles cualquier cosa, porque van a estar dispuestas a ayudarme cuando sea necesario. No cambiaría por nada las risas que paso junto a ellas, descubriendo todo lo que tenemos en común, que son muchas cosas.
     He escrito todo ésto simplemente para darles las gracias. Permitidme que ahora me dirija solamente a ellas:  Gracias niñas, gracias por haber hecho posible todo ésto, por cada conversación, por todas esas risas, por hacerme afianzar la idea de que la distancia física no impide que las personas estén fuertemente unidas. Sé que algún día nos encontraremos y, entonces, os daré el abrazo más grande del mundo. Os quiero pequeñas :)

domingo, 10 de febrero de 2013

A pesar de que todo acabe, es mi felicidad.

¿Quién mi iba a decir que ese chico de rizos rubios que salió de aquel programa de televisión iba a acabar siendo uno de mis principales motivos para seguir adelante? ¿Quién me iba a decir que esa persona, ese ídolo, iba a demostrarme que los sueños se cumplen? Pues sí, todo esto ocurre, David Bisbal es esa persona que ni siquiera sabe de mi existencia, pero que siempre consigue hacerme feliz, y hacer que me ilusione con todo lo relacionado con él.
A finales del año pasado, de broma, le dije a cierta personita que me llevara al final de gira. Lo que no sabía es que esa broma iba a convertirse en algo de verdad; que ayer, 9 de Febrero de 2013, iba a cumplir ese sueño. Y digo, para comenzar, que nada, y repito: NADA hubiera sido posible sin ellas.
11 de la mañana del Sábado 9 de Febrero. Nos montamos en el coche, siguiendo esa carretera que nos conduciría a un sueño. Por fin llegamos a Madrid, un pequeño descanso en el hotel, una comida en el Vips, y un rato de compras antes del concierto, fueron perfectos.
A nuestro regreso al hotel, llegaron los preparativos y, una vez que estuvimos listas, salimos a la calle en busca de un taxi. Esa fue nuestra primera aventura: encontrar un taxi libre en plena Gran Vía de Madrid. Por fin lo encontramos, pero, entonces el nuevo reto era llegar a tiempo al Palacio de los Deportes. Pues sí, lo conseguimos, y eso fue el primer indicio de que íbamos a pasar una grandísima noche.
Una vez dentro del recinto, llegó el momento "monada" de la noche. Todas íbamos buscando la puerta por la que debíamos pasar para llegar a nuestros asientos cuando, de repente, lo vimos: era Jaime Terrón (cantante de Melocos). Me acerqué a él, le saludé y él dijo: "Bueno, dame dos besos, ¿no?; así que se los dí, y lo más genial de todo fue que me miró a los ojos y se acordaba de mí, de cuando lo vi por primera vez. Así que todas mis niñas estaban alucinando con ese momento. :P 
Una vez que encontré mi sitio, fui a buscar a mis niñas, Cristina y Paula, para darles un "maxi-abrazo" y contarles todo lo que había pasado. Más tarde, me senté en mi silla, las luces se apagaron y el concierto comenzó. Empezaba un concierto especial, el último de esta gira que tanto nos ha aportado, y, a pesar de ser el último, quizás por eso mismo, estaba segura de que iba a disfrutar a tope.
Las luces apagadas, y un único foco que iluminaba a Juan Sánchez. Sonaban los primeros acordes de "Almería, Tierra Noble" y, de repente, David salió al escenario. Nada más verlo, toda la tensión acumulada se desbordó en forma de lágrimas que salían de nuestros ojos. 
Todo el concierto fue precioso, increíble, jamás había oído en directo cantar a David tan bien, además, estuvo acompañado en algunas canciones por Antonio Carmona, Paco Arrojo y Rafa Carpena. Sin embargo, todo fue demasiado rápido; cuando quisimos darnos cuenta, "Esclavo de sus besos" comenzó a sonar, el concierto acababa, y esta gira también; y nosotras, ahí estábamos, de pie en las sillas, disfrutando al máximo de esa experiencia tan impresionante.
Al final, y con todas las emociones acumuladas, fui de nuevo a buscar a Cristina, mi murcianica bonita. Entonces, nos fundimos en un eterno abrazo en el que, una vez más, volvieron a derramarse las lágrimas. Ésto me hizo confirmar la idea de que David, nuestro ídolo, es esencial para nosotras.


Para concluir, he de decir que esta experiencia fue enorme para mí, que la felicidad que llegué a alcanzar anoche fue inmensa, que David es de lo mejor que me ha podido pasar, de lo mejor que tengo en la vida, porque no solamente me hace feliz, y me ayuda a dejar de lado mis problemas, sino también porque me ha hecho conocer a personas que ya son mis amigas, como una familia, y que hicieron que mi día de ayer fuera de lo mejor.

SIEMPRE CONTIGO, Y NO HAY NADA MÁS.