sábado, 17 de noviembre de 2012

Malagueños por el mundo.

     Siempre he pensado que, además de la música, la risa es una forma de vida. Para mí, la risa siempe ha sido esencial. No importa todo lo que haga, ni con quien comparta los momentos, si no tengo risa, no soy nadie. Supongo que por esta razón siempre he admirado a los cómicos, humoristas, o como queráis llamarlo, esas personas que dedican su vida a hacer reír a las personas, las que suben a un escenario olvidándose de todo lo demás para centrarse en hacer felices a las miles de personas que tienen delante. Y, sinceramente, pienso que no hay manera de darles las gracias por ésto.
     Anoche, la noche del 17 de Noviembre de 2012, tuve la oportunidad de ver en directo el espectáculo "Malagueños pro el mundo", con Dani Rovira, Tomás García y Salva Reina, y la idea de que este tipo de personas son muy grandes se afianzó en mi cabeza. 
     Para personas como yo, estudiantes de 2º de Bachillerato, todo está lleno de preocupaciones, agobios y pequeños problemas, así que, cuando me enteré de que este espectáculo venía a Puertollano, no lo pensé dos veces. Sinceramente, me llamó la atención por Dani Rovira, ya que a Tomás y a Salva apenas los había escuchado. Pero, cuando todo acabó anoche, salí del teatro habiendo confirmado lo grande que es Dani, y habiendo descubierto a las dos grandísimas personas y cómicos que son Tomás y Salva. 
     Pero bueno, empecemos por el principio. Llegaron las 21:00 y ahí estábamos, sentados en el Auditorio Pedro Almodóvar esperando a que empezara el que seguro sería un grandísimo espectáculo. Por fin, las luces se apagaron, y una voz absurda pidió que apagáramos los móviles, y que no hiciéramos fotos ni grabáramos vídeos. 
     Tras esta gran presentación, apareció en el escenario Tomás García o, como lo llaman sus compañeros, el doble de Christian Gálvez, el "ojazos" de la noche. Sinceramente, Tomás me sorprendió. Además de hacernos reír a carcajadas con cada una de sus palabras, demostró que es también una gran persona que, con aquel recuerdo de su accidente, nos dio un gran consejo que jamás voy a olvidar: "Hay que reír, pase lo que pase"
     Después, salio Salva Reina al escenario. Con él, definitivamente, comenzó mi dolor de estómago por no parar de reír. No sé como lo hace, pero con esa risa y esa voz, es imposible que no te rías.
     Por último, llegó el plato fuerte de la noche, Dani Rovira, ese que sabíamos que, hiciera lo que hiciera, no iba a decepcionar. Con él aprendimos que existen muchísimos chistes de chinos, que hay que mandar al tonto del grupo a Francia, y que no debemos quedar después de ir a un masajista.
     Dos horitas después, y muy a nuestro pesar, el espectáculo llegaba a su fin. Un pequeño resumen, una foto de grupo y un grandísimo y merecido aplauso pusieron fin a esa grandísima noche.
     Pero ésto no acababa aquí. Al final, y a pesar de su cansancio, los chicos se pararon a hacerse fotos con el público,siempre dando las gracias y sonriendo, lo que demostró, una vez más, lo grandes personas que son.

    Ahora, llega mi momento confesión. He de decir que necesitaba una noche así, necesitaba olvidarme del mundo por un tiempo y reír sin importar nada más. Así que, aunque es muy difícil hacerlo, quiero dar infinitas gracias a esas tres personas que lo hicieron posible: Dani, Tomás y Salva. Sois unos grandísimos.

     Me quedo con un gran tweet de Tomás anoche: "GRACIAS son 7 letras: G de Grandes R de Risas A de Andalucía C de Cariño I de Incondicionales A de Aplausos S de Siempre DIVINA COMEDIA :)"